¡Ya cayeron! Identifican a dos que hicieron amenazas de bomba falsas en la UNAM


Fiscalía de la CDMX ya tiene ubicados a los que andaban jugando con fuego en la universidad

Después de varias semanas de caos, sustos y evacuaciones en la UNAM, por fin hay luz al final del túnel: ya identificaron a dos personas que podrían estar detrás de las falsas amenazas de bomba que han estado chingando la tranquilidad en los planteles.


La Fiscalía de la Ciudad de México se puso las pilas y, gracias a las denuncias que metió la universidad, ya tienen ubicados a los presuntos responsables. Ahora están citados para declarar y, si se comprueba que fueron ellos, van a tener que rendir cuentas.


¿Qué fue lo que pasó? Más de 12 planteles evacuados por puras mamadas

En las últimas tres semanas, como 12 escuelas de la UNAM entre prepas, facultades y centros de investigación fueron desalojadas por supuestas amenazas de bomba. Todo fue una falsa alarma... pero igual provocó un desmadre: se interrumpieron clases, se asustó a la banda y se activaron protocolos de seguridad en serio.


La universidad se hartó y le entró con todo al tema legal. Así que si pensaban que podían andar haciendo bromas pesadas sin consecuencias, ya vieron que no.


La UNAM no se anda con mamadas: pide no caer en el juego de las noticias falsas

En un comunicado, la UNAM dejó claro que va a seguir colaborando con las autoridades y que no va a permitir que se difunda desinformación o noticias falsas que solo meten miedo y rompen el ritmo de las clases.


"La Universidad de la nación reitera su compromiso con la seguridad de su comunidad y con el desarrollo pleno de las actividades académicas, dijeron oficialmente.


Y también pidió a toda la banda estudiantil que no anden compartiendo cualquier mensaje alarmista que les llegue por WhatsApp o redes sociales. Si no viene de un canal oficial, mejor no lo compartas.


¿Y ahora qué sigue?

Los dos presuntos responsables ya están en la mira de la Fiscalía. Si se les comprueba el chisme, podrían enfrentar cargos por generar pánico, entorpecer servicios públicos y quién sabe cuántas más.


Mientras tanto, la UNAM le está entrando con todo al combate contra la desinformación. Y como comunidad, toca ponernos al tiro: no caer en el juego de los rumores y cuidar el espacio donde estudiamos, enseñamos o trabajamos.